Utilizando diferentes alimentos en un mismo plato conseguimos que el niño experimente diferentes texturas, visualmente es más llamativo por los colores que algunos tienen alimentos, sobre todo vegetales, que el experimente diferentes sabores y que pasa cuando los mezcla, pero sobre todo conseguir el objetivo de muchos padres que consigan comer de una forma saludable y divertida.
Para un niño es más atractivo la presentación de la izquierda que la de la derecha
Es una forma de fomentar la participación en familia. Cuando los niños son más mayores pueden ayudar en la cocina y que sean ellos los que hagan los platos, que ellos experimenten con sabores y colores y así desarrollan su creatividad.
Por si queréis empezar a practicar aquí les dejamos una receta divertida, fácil y muy rica.